viernes, 15 de septiembre de 2017

jueves, 14 de septiembre de 2017

Conmoción generalizada en una época de injusticias

extraída de es.paperblog.com/the-lords-of-salem


La obra de Arthur Miller, “Las brujas de Salem” es, según nuestro punto de vista, una excelente representación de un momento histórico donde las injusticias eran la fuerza predominante en las vidas de los habitantes; como la esclavitud, la que se ve reflejada en libro: "La puerta se abre y entra su esclava negra. Tituba tiene algo más de cuarenta años. Parris la trajo consigo desde las islas Barbados" (Miller, 2013) lo que para nosotros es aberrante al tener en cuenta que aun teniendo sistemas sociales, religiosos, jurídicos; en ese momento todavía no había un cambio de pensamiento acerca del derecho a la libertad de todas y cada una de las personas. Y si esto no fuera suficiente, las mujeres fueron perseguidas por mentiras, malos entendidos o envidia desde sus vecinos, comenzando así con una cacería de brujas donde el castigo es la muerte sin ninguna oportunidad de defenderse por sí mismas.
Debido a la antigüedad de la época, miles de mujeres fueron cruelmente asesinadas mediante la horca o la hoguera, que son métodos de asesinato vergonzosos, debido a que son públicos y expuestos a todos los habitantes del pueblo/ciudad. Además son dolorosos, debido a que se quemaban lentamente,  y en la horca si es que la víctima no tuvo la suerte de morir por la ruptura de su tráquea, moría asfixiada, generalmente estos actos se concebían como "shows" familiares y sobretodo moralizantes . Analizando lo expuesto anteriormente, no es extraño llegar a la deducción de que estas prácticas podrían haber constituido un método de distracción, o represión, e incluso de control de la sociedad de parte de entes gubernamentales o más directamente de los grupos eclesiásticos, quienes en esa época se les atribuía un mayor poder de influencia en la sociedad.
Y con este control, personas de cargos más altos podían obtener todo tipo de privilegios, además de influir, para su conveniencia, sobre la sociedad.
Para dar una crítica constructiva acerca de la estructura o forma de redacción del libro; al ser una obra de teatro, estaba escrita en diálogo, pero cabe destacar que sus acotaciones, pertinentes a las acciones de los personajes, daban a conocer una redacción más narrativa que imperativa, y esta característica, en nuestra opinión, cumple una doble función: una es dar la oportunidad de la representación y por otro lado, una lectura más fácil y nunca tediosa.
El argumento del libro demuestra claramente lo fácil que era para una persona con malas intenciones llevar a un juicio con pena de muerte a una mujer inocente, debido a que no podía defenderse en lo absoluto y los juicios casi el cien por ciento de las veces condenaba a juicio a las acusadas, siendo el caso de Salem una historia real sigue costando creer que en algún momento histórico del ser humano, el animal más desarrollado, haya asesinado a miles de inocente por ser acusados por un vecino.

Esperamos que en la actualidad no se repitan hechos como este, y no comencemos con una cacería de brujas sin razón alguna.

La verdad sale a la luz


Imagen extraida de elprimerpasoalmiedo.blogspot.cl
No comprendo cómo fue que llegamos a esto ¿En qué nos equivocamos? Pero Dios siempre hace las cosas por algo, él nos enseña a obedecer... yo inculqué el respeto en todos los habitantes de este pequeño e inocente pueblo y aun así pecaron, pecamos todos y Dios nos castigó con su puño por decepcionarlo; nos merecemos esto, pero no entiendo, como es que tantos habitantes, con los que compartí las palabra de Dios, ahora están muertas y ejecutadas al estar ligadas con la brujería. Fallé en mi misión como pastor del rebaño que es este pueblo e incluso fallé en la misión de educar a mi familia. Les contaré como fue que todo esto pasó.
Esperábamos al reverendo Hale, quien era la solución que yo veía para que todo el mal ocurrido se solucionara de la manera más austera posible, pero, aún con él, nada se solucionó. Mientras ustedes leen tranquilamente estas palabras, el pueblo que era mi responsabilidad se hunde aún más en la oscuridad, donde solo el perdón de nuestro Padre nos podrá rescatar... volviendo con la historia... el reverendo llegó. Hubo mucho disturbio, hasta que el reverendo escuchó de los labios del señor Putnam "No soporta oír el nombre del señor, reverendo, esa es una señal segura de brujería" (Miller, 2013)el reverendo Hale lo corrigió de inmediato;  sus investigaciones no se basaban en especulaciones vanas, el no niega la existencia del demonio, ni nada menos, pero, basado en su conocimiento, el diablo tiene actos más precisos, que se dilucidan perfectamente en donde quiera que esté o haya estado, no se basaba en cuentos de magia. Nos pidió que confiáramos en su juicio. Yo ya no podía con la incertidumbre. Comenzó haciendo unas preguntas a los presentes, luego se dirigió a las faldas de la cama de Betty, la intentó hacer despertar, pero se le escurrió entre los brazos, enseguida recitó unas palabras en latín "In Nomine Domini Sabaoth sui filiique ad infernos”, frase que perturbaría al mismísimo Satán, pero nada... hizo llamar a mi sirvienta, Tituba, yo no tenía idea de que ella estaba involucrada. La interpeló, y ella confesó. No lo podía creer. En eso mi Betty se incorpora en la cama y comienza a recitar una lista casi infinita de nombres de personas que ella había visto que "ayudaban al diablo" y Abigail se le une a recitar nombres.

Tenían a más de treinta y nueve personas de Salem apresadas por brujería. Estuve presente cuando sacaron de su casa a Elisabeth Proctor, por tener una simple muñeca sobre la chimenea. Abigail me robó y se fue con otras muchachas, tal vez por miedo. Después de siete juicios y aplicaciones de sentencias (personas ahorcadas y aplastadas), di la autorización para que el reverendo Hale entrara a ver a las personas acusadas en su celda. Yo sabía que Hale podía hacer algo por ellas, intentamos convencer a Proctor, para que confesara -aunque no fuera verdad-... y lo hicimos, pero su deseo de no hacer público su confesión con su nombre y firma, lo llevó directo a su muerte.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

La verdad tras los ojos de la inocencia



Hola, tal vez ya me conozcan, -cómo no conocerme-, soy la hermosa, joven y perfecta sobrina del reverendo Parris. Mi nombre es Abigail, Abigail Williams, con mi tío vivimos en Salem, una pequeña congregación, si se puede decir, de aldeanos adeptos a la religión, el cristianismo, la moral, la ética, las buenas costumbres, y cualquier cosa que se apegue a eso. Cualquier tipo de vida que se pueda gestar en este lugar, gira en torno a todo lo dicho anteriormente, e incluso más. En este último tiempo me he podido percatar de eso, y también de que la mayoría, sino todas, las muchachas que aquí viven estas atestadas y sofocadas con todas estas reglas, todos los mandamientos, las obligaciones que nos impone el reverendo. Es por eso, que para hacer este lugar algo más interesante,  le pedí a Tituba, la sirvienta que trajo el tío Parris de Barbados – país reconocido por la práctica de la santería-, que me ayudara a hacer un conjuro, “un bebedizo” como dice ella. Reuní a doce muchachas, y seguimos al pie de la letra las indicaciones de Tituba. Betty, mi prima, estaba con nosotros y fue quien lamentablemente quien sacó la “peor parte” en todo esto, al parecer agarró una enfermedad que la tiene inerte en su cama. Se esparció inicialmente el rumor de que intentábamos dilucidar el porqué de las muertes de las siete hijas de la señora Putnam, invocando y preguntándoles a sus espíritus; creo que lo asociaron con la participación de la única hija de los Putnam, Ruth. Pero mi verdadero objetivo era lograr la infelicidad, el sufrimiento o incluso la muerte de la maldita Elisabeth Proctor. Ella es mi único obstáculo para ser feliz con John Proctor, su marido, pero mi hombre.
Imagen extraida de es.pinterest.com/eyesofacannibal
Antes de que todos se reunieran en la habitación de Betty, con la mala justificación de querer saber cómo esta –yo sabía que solo buscaban información para saciar y completar sus ansias de rumores, ya que ni ellos tienen algo más interesante que hacer- Mi tío me interrogó con la misma pregunta una y otra vez  ¿Qué hicisteis en el bosque?” (Miller, 2013)  Yo solo me dedique a contestar que bailábamos, le dije que no me avergonzaba de nada, porque nada malo había hecho…o nada malo debe hacer la sobrina del reverendo Parris o de cualquier reverendo. Cuando llegaron todos, de inmediato salió a la luz el tema “brujería en Salem”; yo lo negué, lo negué hasta el final. En un momento se fueron algunos y solo me quedé con Mary, Marcy y Betty, aun dormida… eso creíamos, de un salto se incorporó, comenzó a balbucear cosas sobre el ritual, todo lo que hicimos, la hice callar -a todas- nadie debía hablar sobre lo que hicimos. Esa idea duró muy poco, específicamente al momento en que llega un tal reverendo Hale, hizo hablar y confesar a Betty;  la vi y oí relatar nuestro conjuro, cada detalle, y luego los nombres de las personas que supuestamente están  con Satanás; también confesé y comencé a decir nombres, era mi oportunidad.

martes, 12 de septiembre de 2017

Duerme tranquila pequeña niña inocente

rescatado de ronchi
Imagen extraida de Fundación Ronchi- fundacionronchi.com

Me presento, soy el reverendo Parris y vivo en Salem. Me pagan una miseria por mi trabajo, ni siquiera cuenta que sea el único reverendo del pueblo, pero aquí estoy. Últimamente en todas las ciudades se ha comenzado a castigar con la horca a las mujeres que son acusadas de cometer brujería, algo que para mí es ilógico; creo en Dios y los demonios pero no veo posible que las personas puedan hacer “brujería”. Lo malo, y  lo que temo, es la posibilidad de que estas prácticas se establezcan aquí, en Salem. Actualmente mi hija se encuentra postrada en su cama, inconsciente, he intentado despertarla, pero sigue desvanecida; ahora yo solo rezo todo el día por ella, mientras conservo la esperanza de que el reverendo Hale pueda ayudarme… o más bien a mi hija. Él es reconocido por sus amplios conocimientos en medicina, y de la sanación de otro caso parecido a este, en el que la persona en cuestión, solo estaba enferma. Además él posee un pensamiento de la vida muy cercano al mío, pero… ¿Cómo se relaciona esto con las brujas? A mi querida hija Betty, la están acusando de haber cometido actos de brujería y rituales profanos a los ojos de nuestro Dios, junto a unas otras doce muchachas –según rumorea en el pueblo- ¡Pero ella solo está enferma! Solo estaban bailando en el bosque… nada más. Esto lo supe de la boca de mi sobrina Abigail, quien fue parte de este supuesto ritual, y me asevera sus palabras de lo que realmente hacían. A ella le pongo toda mi confianza en sus manos, debido a que la conozco, desde ese día en que asesinaron a sus padres y quedó bajo mi cuidado ¡No me avergüenzo de nada!” (Miller, 2013). Aun suenan sus palabras en mi cabeza, se veía realmente molesta, tal vez herí sus sentimientos al dudar de ella. Pero el problema es que este rumor se ha esparcido por todo el pueblo de Salem, los vecinos juzgan, y se aventuran con sus propias especulaciones de lo que realmente paso esa noche, sin tener la más mínima prueba en sus manos como para poder injuriar a mi familia, a mi sangre. Soy consciente de que lo ocurrido aquella noche en el bosque fue algo totalmente extraño y nuevo para todos nosotros, pero no es menester relacionarlo automáticamente con actos  infames que involucran al mismísimo Satanás y entes demoniacos, y menos en el caso de una niña que es parte de la iglesia e hija de un representante de Dios en la tierra.
Espero que esto se solucione pronto, junto con la llegada del reverendo Hale, quien me ayudara a dilucidar la verdad sobre todos estos hechos que han conmocionado tanto a este tranquilo y aburrido pueblo como a mí y mi familia.
Yo estoy seguro de mi hija, confió plenamente en su juicio, la defenderé a toda costa y nada ni nadie podrán cambiar eso, ni siquiera los Putnam.