jueves, 14 de septiembre de 2017

La verdad sale a la luz


Imagen extraida de elprimerpasoalmiedo.blogspot.cl
No comprendo cómo fue que llegamos a esto ¿En qué nos equivocamos? Pero Dios siempre hace las cosas por algo, él nos enseña a obedecer... yo inculqué el respeto en todos los habitantes de este pequeño e inocente pueblo y aun así pecaron, pecamos todos y Dios nos castigó con su puño por decepcionarlo; nos merecemos esto, pero no entiendo, como es que tantos habitantes, con los que compartí las palabra de Dios, ahora están muertas y ejecutadas al estar ligadas con la brujería. Fallé en mi misión como pastor del rebaño que es este pueblo e incluso fallé en la misión de educar a mi familia. Les contaré como fue que todo esto pasó.
Esperábamos al reverendo Hale, quien era la solución que yo veía para que todo el mal ocurrido se solucionara de la manera más austera posible, pero, aún con él, nada se solucionó. Mientras ustedes leen tranquilamente estas palabras, el pueblo que era mi responsabilidad se hunde aún más en la oscuridad, donde solo el perdón de nuestro Padre nos podrá rescatar... volviendo con la historia... el reverendo llegó. Hubo mucho disturbio, hasta que el reverendo escuchó de los labios del señor Putnam "No soporta oír el nombre del señor, reverendo, esa es una señal segura de brujería" (Miller, 2013)el reverendo Hale lo corrigió de inmediato;  sus investigaciones no se basaban en especulaciones vanas, el no niega la existencia del demonio, ni nada menos, pero, basado en su conocimiento, el diablo tiene actos más precisos, que se dilucidan perfectamente en donde quiera que esté o haya estado, no se basaba en cuentos de magia. Nos pidió que confiáramos en su juicio. Yo ya no podía con la incertidumbre. Comenzó haciendo unas preguntas a los presentes, luego se dirigió a las faldas de la cama de Betty, la intentó hacer despertar, pero se le escurrió entre los brazos, enseguida recitó unas palabras en latín "In Nomine Domini Sabaoth sui filiique ad infernos”, frase que perturbaría al mismísimo Satán, pero nada... hizo llamar a mi sirvienta, Tituba, yo no tenía idea de que ella estaba involucrada. La interpeló, y ella confesó. No lo podía creer. En eso mi Betty se incorpora en la cama y comienza a recitar una lista casi infinita de nombres de personas que ella había visto que "ayudaban al diablo" y Abigail se le une a recitar nombres.

Tenían a más de treinta y nueve personas de Salem apresadas por brujería. Estuve presente cuando sacaron de su casa a Elisabeth Proctor, por tener una simple muñeca sobre la chimenea. Abigail me robó y se fue con otras muchachas, tal vez por miedo. Después de siete juicios y aplicaciones de sentencias (personas ahorcadas y aplastadas), di la autorización para que el reverendo Hale entrara a ver a las personas acusadas en su celda. Yo sabía que Hale podía hacer algo por ellas, intentamos convencer a Proctor, para que confesara -aunque no fuera verdad-... y lo hicimos, pero su deseo de no hacer público su confesión con su nombre y firma, lo llevó directo a su muerte.

3 comentarios:

  1. Realmente fue un suceso que espero olvidar pronto. Sobretodo la muerte de mi marido, John Proctor, como lo extraño. Ahora solo rezo por su descanso eterno. Muchos me pregunta si quiero venganza, aparte de que eso no es lo que hace un buen cristiano, yo solo les digo que este tipo de acusaciones sin sentido nunca acabarán.

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  2. Estos casos me afectaron en lo más hondo de mi alma. Todos me veían como la salvación, pero solo Jesús puede jactarse de eso. Intenté salvar a toda la gente culpada, sabía que podían ser liberados de los insensibles brazos del Diablo. Pero no pude con todos. Lo siento señora Proctor.

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  3. Aun no veo concebible que todas estas cosas hayan pasado en mi pueblo. Como una buena cristiana, devota a la iglesia, y las buenas costumbres, a mi y ha mi familia no nos ha afectado... Ruth solo estaba enferma; ella no se ha relacionado ni se relacionará con actos y cosas demoníacas jamás. Creo que este pueblo se está atiborrando de personas alejadas de Dios. Tal vez me mude.

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